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Domingo 19 de Diciembre de 2010 19:47

Bortolín, el pibe cordobés que sueña con la NBA

Su venta sacudió el mercado de pases de la Liga Nacional: con apenas 17 años, Matías Bortolín, pivot de Atenas, fue transferido al Rimini de Italia por 90 mil euros. “Es la primera vez en la historia del club que logramos una transferencia de este tipo”, describió Felipe Lábaque, presidente de Atenas.

El pibe camina detrás del sueño que acunó en su niñez. “Quiero jugar en la NBA” confesó una de las grandes promesas del básquetbol nacional , horas antes de abandonar su Córdoba natal y emprender viaje hacia Italia.

La breve historia de Matías dentro del deporte tiene una sola constante: su amor por el básquet. “Adentro de la cancha siempre me divierto; aunque el tiempo que estuve en el plantel profesional de Atenas, también me sirvió para darme cuenta que esto es un trabajo”, aclaró el pibe, mientras disfrutaba los últimos días con su familia en Colonia Tirolesa, en las afueras de esta Capital.

“Mi carrera empezó en Instituto, a los 10 años en la categoría mosquito; después, por comodidad y cercanía, pasé a Atenas a los 12”, recordó este pequeño gigante de 2,06 metros que sólo jugó un puñado de minutos en primera. “Soy un jugador con mucha movilidad. Tengo tiro dentro y fuera de la pintura; además me veo un tiempista para los rebotes”, sintetizó.

Los viajes y los compromisos deportivos llevaron a Matías a repetir quinto año del secundario. Unos meses atrás y con su ascenso al plantel profesional, dejó los estudios: “Sé que tengo que terminar la secundaria; es una herramienta fundamental para mi futuro”, apuntó. La nueva etapa que se le avecina despertó orgullo y emoción entre sus ex compañeros del colegio rural Argentino donde cursó los primeros años de la secundaria. “En mi barrio están felices. Me vieron salir de chiquito con el bolso a entrenar y hoy disfrutan conmigo este momento”, señaló.

La alegría por lo que vendrá también se mezcla con la tristeza del desarraigo. Por eso, el miércoles de la semana pasada, Matías viajó a Italia junto a su papá Gustavo y a dos compañeros: “Voy a extrañar muchísimo. Pero es el precio que se paga por correr detrás de lo que uno siempre quiso”.

“En unos siete años, jugará en la NBA”, expresó un entusiasmado Felipe Lábaque. Por lo pronto, el sueño de este cordobés ya comenzó a dar sus primeros pasos.