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Martes 29 de Marzo de 2011 10:20

Consejos para padres desbordados por pedidos de los docentes

Estrategias para las familias sobre cómo atender el reclamo de la escuela sin colapsar

Son las diez de la noche y luego de una extensa jornada de trabajo una madre se sienta a leer el cuaderno de comunicaciones de su hijo en donde descubre el siguiente mensaje: “Mañana vamos a hornear pan, a tu hijo le toca traer 2 kg de harina.”

O también: “El lunes celebraremos la inauguración del aula de computación, los alumnos harán una demostración de sus conocimientos, los esperamos para que vean el desempeño de sus hijos”

Muchos padres se quejan de que no pueden atender el reclamo de los docentes, de que sus pedidos son muy demandantes y alejados de la realidad. Aquí siete consejos de psicopedagogos y psicólogos sobre cómo responder, sin colapsar:

-Los docentes en general tienden a ser demandantes, quizás la idea sería poder objetivar la demanda y ver realmente qué nos están pidiendo y a quién. Si es colaboración o trabajo conjunto para acercar a la familia a la escuela (en algunos casos hay padres muy ausentes y esto podría ser una estrategia), si es una tarea para el alumno y excede sus posibilidades reales de ejecución, entonces no queda otra alternativa que los padres ayuden, o simplemente se trata de un maestro muy exigente que apunta a la perfección, y por ende intenta tener alumnos “10”

-Es muy importante la comunicación entre familia y escuela, crear canales de comunicación fluidos, lo que requiere un contexto de colaboración donde se deben compartir responsabilidades.

-Existe un imaginario por el cual debe existir una relación estrecha entre padres, docentes y alumnos como si se tratara de una tarea comunitaria, que conduce en muchos casos a una confusión de roles, como también a sentimientos de desconcierto y de culpa por parte de los padres

-La escuela debe trabajar la organización anticipada de las tareas y apoyaturas familiares, crear otros medios de llegada a las familias más allá de las reuniones y notas. En muchos establecimientos se abrieron canales online y correo electrónico que favorecen el intercambio, participación y comunicación, más allá de que los padres concurran o no al colegio.

-La escolarización de un hijo es una tarea que conlleva tiempo esfuerzo y organización familiar, cuestiones éstas que hoy en día son complejas, considerando los ritmos laborales de una familia, a la vez necesarias e imposible de delegar en otros.

-Es necesario que exista una correspondencia entre la idiosincrasia de la familia y el proyecto pedagógico de la escuela. Esto quiere decir que si los padres eligieron para sus hijos una escolaridad con un nivel académico elevado, es probable que tengan que acompañarlos en determinados momentos del proceso y eso no significa que pierdan autonomía o independencia, si no que es esperable que las situaciones los sobrepasen.

- Es posible que tanto los docentes como los padres se sientan desamparados. No se trata de culpabilizar, sino de comprender y a veces aceptar oscilar entre lo mejor y lo posible. Al fin y al cabo tanto los unos como los otros tienen un objetivo común, es decir, el bienestar del niño.

Fuentes:
Andrea Bertrán, psicopedagoga, directora de la carrera de psicopedagogía, Universidad del Salvador
Ana Rozembaum de Schvartzman, integrante de la Asociación Psicoanalítica Argentina, especialista en psicoanálisis de niños y adolescentes
Margarita Villegas, psicopedagoga del colegio del Salvador