Jueves 3 de Marzo de 2011 10:13
Viandas saludables para que los chicos lleven al cole
Una para cada día de la semana. Los nenes en edad escolar necesitan una dieta completa y variada que no siempre es fácil mantener fuera de casa. Los médicos y nutricionistas proponen comidas sencillas, económicas y nutritivas.
Por razones laborales de la madre y el padre, muchos nenes y nenas estudian en escuelas con jornada completa. Pero aún cuando concurran a colegios privados, el presupuesto familiar muchas veces no alcanza para cubrir el almuerzo ofrecido por el colegio . Entonces, prepararles las viandas se convierte en un verdadero desafío , para conjugar requerimientos y exigencias.
Tanto este caso, como el de los chicos que son enviados a escuela pública con doble escolaridad precisamente para que coman en el colegio, dan cuenta de “ otro tipo de necesidades alimentarias –señala a Clarín la doctora Liliana Trifone, jefa de Nutrición del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez–. A veces, los hijos comparten sólo una comida diaria con los padres , que son los educadores y modelos por excelencia. Otras, sólo la merienda y la cena... cuando hay tiempo, ya que a veces, a la salida de la escuela deben realizar otras actividades”.
“Si comemos saludable en casa, lo haremos casi siempre –apunta la especialista–. La vianda es el reflejo de lo que se cocina y consume habitualmente en el hogar”.
Por saludable se entiende “lo que contribuye y sirve para mantener el bienestar y salud de un niño”. Por lo tanto, la alimentación adecuada para chicos y chicas es la que incorpora los seis grupos alimentarios –lácteos, carnes, hortalizas y verduras, frutas, cereales y grasas–, en forma variada y armónica; y como bebida, agua.
En cuanto a los costos de los alimentos, la doctora Trifone observa que en general están vinculados a la promoción y los precios de los no saludables, impuestos por las industrias y el mercado . “Muchas veces, por falta de información o de conocimiento, las familias dejan de lado aquellos alimentos de alto valor nutricional , lo que no significa que siempre tengan alto costo”, señala.
Por lo tanto, las viandas escolares deben tener en cuenta los siguientes aspectos: combinación y variedad en los seis grupos alimentarios; condiciones de seguridad alimentaria (cocción, temperatura, conservación, relación entre preparación y tiempo de consumo); hábitos y gustos del nene o nena, ya que raramente coma en la escuela lo que no acepta en casa; la cantidad , ya que la ingesta en la vianda no es la misma que recibe en su hogar; los horarios de las comidas , ya que están relacionados con la actividad escolar, y no tanto con el apetito de los chicos; la influencia de las colaciones y los diferentes tipos de snacks que pueden ingerir en los recreos.
Finalmente la especialista pide tener en cuenta que en la escuela los chicos comen bajo una supervisión general no individualizada –es decir, que no respeta las necesidades de cada nene o nena–, y que a veces no es tan eficiente con los más pequeños.
Si se combinan estos criterios, las preparaciones para las viandas pueden ser muy diversas . La doctora Trifone sugiere varias: Todo tipo de tartas: de verduras (calabaza, choclo, zapallitos), de ricota, de queso, y otras.
Empanadas con diferentes rellenos.
Sandwich con fiambre, carne, pollo, pescado, verduras, y con distintos tipos de panes.
Tortillas en variedad (de papas, verduras, pescados) y, en su reemplazo, bocadillos.
Milanesas de carne vacuna, pollo y pescado, siempre acompañadas por ensaladas variadas.
Cereales, arroz o fideos, mezclados con arvejas, zanahoria, huevo duro, tomate, trocitos de queso u otros ingredientes.
Pan o galletitas para acompañar determinados menúes.
Como postre, dar prioridad a las frutas naturales o en preparaciones (ensalada de frutas, gelatinas con frutas); postres lácteos caseros o yogur con frutas o cereales; una porción de bizcochuelo o torta; un alfajor u otra golosina que le gusta al chico, pero no habitualmente.
Bebida: agua, o jugos naturales, o algún jugo light.
“El nene comerá su vianda como lo hace en su hogar –recuerda Trifone–. Pero podemos cambiar, con bajos costos y con mayor trabajo y planificación familiar”.
Fuente: Clarín