Corría el año 1998 y pensando en un trabajo extra que me ayudara a apalear los costos de estudiar arte, comencé a dictar clases a un pequeño grupo de alumnos sobre dibujo y pintura, en el comedor de la casa de mi abuela, abandonaba así definitivamente mis estudios de Ingeniería Mecánica, para dedicarme de lleno a mi máxima pasión: La Ilustración.

¿Cómo le explico en una simple nota (como esta) cómo se siente uno al dejar una carrera después de cuatro años? Para dedicarse a lo que los demás consideraban tan solo un hobby…

Tal vez me entienda si le digo que por aquel entonces me tope con esta hermosa frase de John Lennon: “La vida es lo que te pasa mientras estas ocupado haciendo otros planes…”

No sé que pensara Ud., pero para mí es una de esas frases que logran calar bien hondo en la cabeza y ya nada es más lo que era.

Estudie entonces ilustración, participe de dos Bienales Nacionales de arte, fui parte en la producción de historietas, escribí un libro, fui invitado a un lindo programa de TV J, y encare esta nueva etapa entendiendo lo importante de estar ocupado, mientras la vida pasa, haciendo solamente aquello que a uno lo haga feliz…

La docencia fue un valor agregado a la profesión de ilustrador, pero ha sido siempre el área que más satisfacciones me ha dado y es en donde más gratitud encontré. Aun hoy suelo ver por allí algún que otro alumno, de aquellos que estudiaron conmigo en aquel pequeño living-comedor y muchos de ellos no son ilustradores, pero si son arquitectos, enfermeros, policías, etc. y siempre me emociona escucharlos llamarme igual “mi Profe”.

Por eso creo que es importante avocarse a la docencia desde un punto de vista positivista, más aun hoy con los más pequeños en tiempos de internet y multimedios más agresivos, donde solo basta un botón para que un chico se nos valla de las manos. Priorizando el hecho de alentarlos a crecer respetando sus tiempos, liderando uno la clase pero dejando que las pautas de lo que quieren aprender las fijen ellos, porque aunque los chicos vallan desplazando sus objetivos a lo largo de la vida (lo que hoy es dibujar bien, mañana se transforma en ser un buen abogado), el amor recibido, la atención prestada, el compromiso brindado los chicos jamás lo olvidan…

Y si, que quiere que le diga, abandonar Ingeniería para dedicarse al dibujo y la pintura que “descabellado” ¿no?, pero miro atrás, y veo todo lo que la ilustración me ha dado, entre trabajo y relaciones aquí y el exterior, sumado al cariño de mis alumnos, y le puedo asegurar sin duda alguna, que no me arrepiento de nada, DE NADA...

Espero que esta simple nota haya sido de su agrado, ojalá se sienta alentado y le den ganas a UD. también de dibujar… y por favor no piense que “no le va a salir bien”, siga “la voz del instinto”, hágalo y no deje que la vida se le pase mientras Ud. Esta ocupado haciendo otros planes…

Dibujando Paso a Paso | Carlos Razetto | Ilusiones Libros | Tel: 494-7789