En poco tiempo más, en el acuario del Museo de Ciencias Naturales “Lorenzo Scaglia” se podrán observar a caballitos de mar viviendo en su propio hábitat y la idea es que los mismos se reproduzcan en ese ámbito. Se calcula que la inauguración del nuevo espacio será el 29 de abril, en coincidencia con el Día del Animal.

Los ejemplares fueron trasladados desde Las Grutas (Río Negro), una de las dos poblaciones de hipocampos que existen en el país -la otra está enfrente a Mar del Plata-, ya que en esa zona bajo la batuta del doctor Diego Luzzatto ya se había dado el primer paso para la adaptación de la especie a las nuevas condiciones de vida.

“Decidimos traer 16 ejemplares porque ya estaban aclimatados y adaptados y están creciendo normalmente”, detalló la licenciada Gabriela Pujol, quien junto al doctor Eduardo Vallarino dirigen el grupo de extensión universitaria “La ciencia hace escuela”, generador del proyecto.

En el acuario del museo Lorenzo Scaglia ya comenzaron las remodelaciones para el hábitat de los nuevos habitantes, que tienen 3 meses y miden entre 3 y 4 centímetros cada uno. Un hipocampo adulto llega a medir, promedio, 11 centímetros.

“Estamos dando los primeros pasos y realizando los distintos cultivos para la crianza y posterior reproducción de los caballitos de mar. Esta experiencia es novedosa en cuanto a eso: se muestra todo el proceso”, detalló Vallarino.

Los caballitos de mar se alimentan de algas, en su ámbito natural, y esas algas son las que están haciendo crecer en el acuario para que después los ejemplares se alimenten con ellas.

“Lo que estamos intentando hacer -comentaron ambos científicos- es el proceso completo: que crezcan los animales y que se reproduzcan, para lo cual también estamos generando las condiciones para que las algas que comen también crezcan aquí”.

Especie

La especie que se encuentra frente a las costas marplatenses, y en Las Grutas también, se denomina Hippocampus Patagonicus. Los caballitos de mar son peces óseos, miembros de los teleósteos, y como todos los peces respiran a través de branquias y poseen una vejiga natatoria.

Tienen un esqueleto de placas óseas que se articulan formando una armadura recubierta por piel y no tienen escamas, se alimentan de pequeños crustáceos a través de una boca en forma de tubo. No tienen lengua ni dientes y el alimento es succionado produciendo un chasquido.

Son nadadores lentos y viven muy relacionados con el fondo del mar, donde encuentran refugio y alimento, utilizando la cola para agarrarse de las rocas y las algas del fondo para no ser arrastrados por las corrientes.

Una de las características de la especie es que el macho se embaraza. La hembra, luego de un complejo cortejo de apareamiento, deposita los huevos en una cavidad en el abdomen del macho, donde son fertilizados. El caballito macho suministra oxigeno y nutrientes a su prole a través de una red capilar de la bolsa durante el desarrollo embrionario.

Luego de un período de gestación, que varía según la especie, el caballito padre realiza lo que parece un verdadero parto: se contorsiona y libera a las minúsculas crías a través de la abertura de la bolsa. En el Hippocampus Patagonicus la gestación dura entre 20 y 23 días y el número de crías puede ascender a 300.