Miércoles 30 de Marzo de 2011 09:29
Un buque oceanográfico arribó a nuestra ciudad
La embarcación comenzará la última etapa de investigación en Mar del Plata. Ya detectó 32 especies de peces en la Antártida y no descarta que “algunas sean nuevas para la ciencia”. También estudian emisiones de gas metano en la superficie marítima de Bahía Blanca.
El Buque Oceanográfico ARA Puerto Deseado arribó ayer a Mar del Plata, tras participar de la Campaña Antártica de Investigación 2010/2011, con el objetivo de satisfacer las tareas científicas previstas por la Dirección Nacional del Antártico en su plan anual, científico, técnico y de servicios. Dividida en cuatro etapas, entre las principales investigaciones se destacan el análisis de 32 especies de peces que no estaban en el “Código de barras de la vida”, entre las cuales pueden hallarse nueves especies que la ciencia desconoce y el estudio de un yacimiento de gas metano a pocos metros del fondo marino en cercanías a Bahía Blanca.
Ayer a poco tiempo de arribar el buque a la ciudad, el dr. Jorge Tezón (Gerente de Desarrollo Científico y Tecnológico de Conicet), el dr. Ing. Mirco Chapetti (Director CCT Conicet Mar de Plata), el capitán de corbeta Maximiliano Mangiaterra y los científicos Juan Martín Díaz de Astarloa y Salvador Aliotta, brindaron detalles sobre el desarrollo de la campaña y dieron inició a la cuarta etapa de investigación.
La campaña comenzó el 31 de diciembre de 2010 y está desarrollada en cuatro etapas en un total aproximado de noventa días. En el primer tramo se realizaron estudios científicos del litoral marítimo argentino, desde Mar del Plata hasta su llegada a Ushuaia. Desde esta última se inicio el segundo tramo zarpando a la Antártida, donde se realizaron estudios de aves en las Islas Orcadas y aguas adyacentes en las Islas Shetland del Sur. De regreso a Ushuaia inició el tercer tramo operando en la zona de la Península. Navegando por el Estrecho de Gerlache recalaron en la Isla Decepción donde se iniciaron lances de pesca con red piloto, para encontrar alguna especie inusual, no registrada aún, debido a la temperatura existente en estas particulares aguas. En la cuarta etapa subirán grupos del Conicet al buque para realizar estudios de oceanografía, geología y biodiversidad.
La tripulación del buque está compuesta por 73 personas, a las que se sumaron buzos, un médico y científicos, cuya cantidad fue variando de acuerdo con la etapa de la investigación.
El jefe científico de la tercera etapa, Juan Martín Díaz de Astarloa explicó que el objetivo de la campaña “fue monitorear la diversidad marina, tanto de los micro y macro invertebrados hasta los vertebrados” y se trabajó en “en el marco del proyecto que denominamos ‘Código de barras de la vida’, que permite identificar las diferentes especies de mar a través de la taxonómica molecular y tradicional”.
De acuerdo con el investigador del Conicet se analizaron “32 especies de peces que no estaban en el ‘Código de barras de la vida’. Observamos muchos especímenes que no estaban en la biblioteca internacional del “Código y puede ser que haya alguna especie nueva”.
Díaz de Astarloa también resaltó que durante la campaña se “recolectaron más de dos mil ejemplares, cuando un tiempo atrás un buque alemán muy sofisticado en la misma zona colectó mil, con tecnología avanzada”. “Nosotros con redes de pesca más sencillas, más humildes, utilizando el conocimiento de los investigadores de abordo y las pericias del comandante del buque, pudimos detectar zonas donde la diversidad era muy grande”, comparó. Las redes se utilizaron a 700 metros de profundidad para la captura de juveniles y de adultos y para observar las zonas de cría de esas especies con “resultados realmente muy favorables”. Algunos análisis se realizaron en el buque Puerto Deseado y otros vinculados con la alimentación o sus aparatos reproductivos se harán en laboratorios.
El científico Salvador Aliotta, integrante del Instituto Argentino de Oceanografía, a cargo de la última etapa de la campaña, explicó que su trabajo se realiza en la zona de El Rincón, en cercanías a Bahía Blanca.
“El proyecto que dirijo está vinculado con la parte morfológica y sismográfica del fondo marino, es decir, como está constituido el subsuelo marino, ya que poco sabemos de la cubierta sedimentaria de la plataforma”, explicó el científico. Se trabajo a una profundidad de aproximadamente 30 metros a través de proyecciones sismo acústicas.
La investigación “se refiere al descubrimiento reciente de grandes acumulaciones de gas metano, en la zona costera de Bahía Blanca”. Ahora, se trabajará para procesar los datos y definir el área de ese yacimiento.
“Hace 10 mil años el nivel del mar se encontraba a unos 100 metros por el debajo del actual, ahí se había formado un amplio delta y había abundante materia orgánica. Cuando se produjo el ascenso marino esa materia queda entre los sedimentos en un ambiente anaeróbico, sin oxigeno, por el cual se redujo y transformó en gas metano. Este asciende y queda a muy pocos metros de la superficie del fondo marino”, explicó Aliotta y completó que “en esta campaña hemos detectado algunos escapes de ese gas, natural, desde la superficie del fondo marino”. “Esto es algo absolutamente inédito para la plataforma que corresponden a ese paleoambiente sedimentario”, destacó.
“La parte costera la tenemos cuantificada, nos faltaba la parte de la plataforma. Uno de los objetivos de la campaña es poder definir la amplitud de ese yacimiento gasífero”, finalizó.
El gerente de Desarrollo Científico y Tecnológico del Conicet, Jorge Tezón, afirmó que “el buque ha sido un laboratorio biológico y geológico flotante” y que la campaña la campaña “tuvo como objetivo investigar la biodiversidad desde el punto de vista ecológico, no desde el punto de vista de los recursos pesqueros, tarea que le corresponde a la Inidep (Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero)”.
Otro de los trabajos a realizar vinculado con la última etapa es la campaña “Copla”, perteneciente al organismo de la Cancillería que estudia la plataforma continental argentina. El año pasado se realizaron tres campañas y ya se está planeando la del año que viene.
Durante la campaña personal de Hidrografía “realizó estudios para volcar los datos, como por ejemplo los de profundidad, a la cartografía” y se instrumentó al buque con equipos aptos para desarrollar nuevos métodos de monitoreo inalámbricos asociados a proyectos europeos a través de nueva tecnología.
Diario El Atlántico