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Martes 14 de Junio de 2011 11:21

La Escuela 44 Esteban Echeverría cumplió 50 años de vida

“Un lugar digno. Un espacio confortable. Brazos, alma y corazón abiertos, dispuestos a dar lo mejor, es lo que intentamos ofrecer a nuestros niños”, comentó Cecilia Dozo, vicedirectora del establecimiento.

Su comunidad convive con los malos olores, moscas y roedores del predio de Disposición Final de Residuo Urbanos. “En ésta cruda realidad en la que a muchos de ellos les tocó nacer y crecer, donde el frío, el hambre, la desigualdad de oportunidades y el desamparo acechan, tenemos la enorme responsabilidad de enseñarles que este presente es una construcción que puede transformarse; que existen otros horizontes; y habilitarlos a forjarse un futuro mejor”, explicó Cecilia Dozo.

“Debemos buscar y abrirnos caminos a puro machetazo en una jungla de burocracias, discursos y promesas. Podría enumerar una enorme cantidad y variedad de dificultades con las que nos tropezamos a diario, pero prefiero destacar lo que hay, sobre lo que no hay”.

“Hoy estamos muy felices por cumplir 50 años y reencontrarnos con muchos ex alumnos y compañeras que forjaron parte de esta historia. Como mensaje dejamos el compromiso de el personal docente que conoce y elije quedarse en esta comunidad aceptando el desafío y dando lo mejor de sí. La voluntad, y muchas voluntades que se suman al anhelo común de crear entre todos un futuro mejor para estos niños”, dijo Cecilia Dozo, vicedirectora.