Micaela Génova tiene 17 años y ya es representante oficial de la ciudad en cuanta olimpíada de química. En esta oportunidad obtuvo la segunda medalla de oro en la XVI Iberoamericana que se realizó en Brasil en septiembre pasado. Esta joven que ya sabe que el año próximo estudiará Ingeniería Química, está haciendo el último curso en el colegio nacional Arturo Illia, donde están orgullosos con su desempeño y dedicación. Así lo manifiesta la profesora Mónica Grosman, quien revalorizó la labor que se lleva adelante desde la institución y los desempeños personales.

“El año pasado en la olimpíada nacional de química tuve un buen rendimiento y a partir de ahí me eligieron a mí y tres chicos más para realizar unos exámenes selectivos y definir los que quedarían para el equipo nacional”, relató la joven que quedó el cuarto puesto en esa instancia y obtuvo así el pase a la instancia Iberoamericana.

“Ella tiene una vasta experiencia en esto porque en la olimpíada de ciencia joven que es hasta 15 años, integró el equipo argentino junto a otro chico del colegio, Joaquín Galindo y fueron a Azerbaijan donde obtuvieron la medalla de bronce”, recuerda Grosman.

La competencia que se realizó en Brasil, no fue fácil. “El examen me resultó un poco descolocante en cuanto al contenido porque había temas que desde el equipo no habíamos visto, pero me resultó sencillo de razonar. No había que aplicar tanto contenido, sino más bien razonamiento”, cuenta Micaela que pudo sortear los escollos sin problemas.

En esta instancia participaron chicos de 15 países, quienes compartieron durante algunos días sus experiencias y pudieron conocer otra cultura. “Es muy enriquecedor este tipo de olimpíadas”, asegura la joven.

En la actualidad Génova está participando nuevamente en la olimpíada nacional de química para ver si formará parte del equipo que represente a la Argentina en Washington el año próximo.

“Hay que estudiar mucho, yo estuve durante el verano y vacaciones de invierno preparándome”, dice Micaela y Grosman acota: “Más allá del conocimiento, son importantes también los modelos que tienen los chicos de otros pares que hace unos años estaban en su lugar y hoy los preparan”. Asimismo comenta que Micaela también participa de una experiencia de tutorías que ayuda a chicos que tienen problemas con química dentro del colegio, o sea que “el modelo es eficaz y se mantiene. Es muy importante porque no pasa sólo por transmitir el pensamiento sino la actitud·, concluye la profesora.

Fuente: La Capital