Peñarol dio el primer paso de su nuevo gran sueño. Andrés Nocioni ya está en Mar del Plata, empezó a entrenarse este jueves en la mañana junto al plantel que dirige Sergio Hernández y, si bien nadie puede confirmar que jugará en la ciudad, la llama de la esperanza se mantiene viva a medida que se dilata el conflicto en la NBA, donde los jugadores permanecen lejos del acuerdo con los dueños de los clubes para iniciar la temporada 2011/2012.

El “Chapu”, jugador de Philadelphia 76ers, forma parte de la práctica matutina de este jueves, que se lleva a cabo de 11 a 13 en el estadio Polideportivo Islas Malvinas.

En medio del receso por los Juegos Panamericanos y a medida que recupera soldados tras las lesiones de Marcos Mata y Kyle Lamonte, el plantel de Peñarol sumará un integrante de lujo para los entrenamientos.

Hasta este miércoles, Nocioni se mantuvo entrenando por su cuenta en General Pico, donde cuidó su tobillo maltrecho luego del Preolímpico disputado en esta ciudad. Y fue el propio jugador el que hizo el anuncio en su cuenta de Twitter: “No sé por qué se dice que voy a Santiago, yo estoy saliendo a Mar del Plata para entrenar con Peña. No para jugar, solo entrenar”, escribió el alero, que echó por tierra las versiones que lo vinculaban a una iniciativa del gobierno provincial de Santiago del Estero, en la que se pretende organizar un evento de estrellas.

Más allá del mensaje de Nocioni y de la postura cauta de la dirigencia de Peñarol, nadie puede descartar que “Chapu” pueda jugar algún partido en el “Milrayitas”, ya sea por el Súper 8 que se disputará en Mar del Plata del 23 al 26 de noviembre, o bien por Liga Nacional. La prolongación del lock out de la NBA mantiene las chances intactas de que el alero juegue en Peñarol junto a su amigo Leonardo Gutiérrez.

La cuestión económica también entrará a tallar en esta historia entre Peñarol y Nocioni. Es que, además del sueldo del jugador, el “Milrayitas” tendrá que abonar el seguro del alero. De todos modos, si la posibilidad de contratarlo se mantiene, difícilmente la dirigencia deje pasar la chance.

Fuente: El Atlántico