Domingo 5 de Febrero de 2012 19:38
“El público me emociona constantemente”
Carlitos Balá actuó gratis este jueves en Las Toscas ante un público adulto mayoritariamente. El ídolo infantil recorrió sus principales canciones y luego regaló gestos de cariño para con los presentes.
Más grandes que chicos se acercaron ayer por la tarde a disfrutar de su ídolo de la infancia en un show gratuito en Las Toscas. Carlitos Balá, con su campera roja y pantalones blancos, se cruzó desde su tradicional departamento de Olavarría y la costa hasta el escenario para divertir y emocionar a su público, una vez más, como desde hace 50 años.
Al son de “Aquí llegó Balá” el público estalló en palmas y baile. Mientras los fanáticos desplegaban una bandera con su cara y/o lo esperaban detrás del escenario, padres e hijos, grupos de amigos, y adultos solos, se animaron a cantar “Una canción para mi coro”, “Finalito”, “Lección de canto” y “Anguetto quedate quieto”, temas que formaron parte del primer tramo del show, que luego continuó con “El profesor distraído”, “A golpear las manos”, “Felicidad empieza con fe” y finalizó con “Siempre amigo fiel”. La base de “El show de Carlitos Balá”, sirvió para que el artista se acercara a recibir el afecto del público, que además de gritarle frases de aliento, se agolpó debajo del escenario para extenderle la mano y sacarle una foto.
“Me gustaría que estén acá para que sepan la emoción que da verlos. Desde mi primera vez me emociono de la misma forma”, confesó al público durante el espectáculo y luego se lo repitió a El Atlántico, mientras recordaba que “desde el año 57 que vengo a actuar a Mar del Plata. Menos el Auditorium, pisé todos los escenarios…¡Increíble!”.
Después de confesar que trabaja más en la calle que sobre el escenario (“estoy disfónico de hablar con la gente, de hacer bromas y chistes con quienes me cruzo”), reiteró que “el público me emociona constantemente y aprecio su cariño. No soy un indiferente, agradezco todos los días a Dios por el afecto que me regalan”.
Como era de esperar, las cientos de personas que se acercaron a ver su espectáculo, en su mayoría, eran adultos. “Lo más grandes son los que gozaron conmigo la niñez…tantos años, tantos personajes de televisión…”, pensó. Los recuerdos cruzan su mente cada vez que sube a escena o mira la cara de algún niño grande al que divirtió en su infancia y aún divierte de grande. “No sé que me vieron”, insistió, como en cada nota que brinda, antes de pensar en todo lo que hizo para poder lograr este reconocimiento: “Creo que vine a esta tierra para dar cariño y sonrisas. Dios adoraba a los que hacían sonreír a la gente”.
- ¿Alguna vez pensó que sería tanta su siembra?
- Pensé, muy sanamente, que iba a ser alguien popular. Pensaba en lo lindo que sería tocar el timbre de una casa y que la señora, al abrir la puerta, me reconociera. Ahora, recorro mi país y me pasa.
- ¿Hay una canción favorita entre tantos clásicos?
- Son muchas y las quiero pero especialmente la última (Siempre amigo fiel) que dedico al público por seguirme. Me siento fiel a ellos.
- ¿Hay animadores infantiles actuales que sigan su legado?
- Estoy trabajando con Panám y con Piñón Fijo, como invitado en sus shows. Hay un legado porque ellos son profesionales. No podría trabajar con gente que no sea profesional, me sentiría incómodo.
- Hay Carlitos Balá hasta…
- Que me olvide la letra o que me afecte la gota.
Fuente: Diario El Atlántico