Lunes 27 de Febrero de 2012 17:45
Qué hacer cuando los hijos no quieren volver al colegio
El cambio de rutina puede generar rechazos en los más pequeños del hogar. La negación a volver a clases suele ser frecuente. Timidez, miedos y caprichos. Cómo ayudarlos a encarar esta etapa en busca de finales felices.
Comienzan las clases y nuestros hijos se niegan rotundamente a volver a empezar. ¿Cómo debemos actuar para ayudarlos a pasar esta etapa? ¡Y qué no sea traumático!
Es importante pensar en la personalidad de cada hijo y relacionarla con las posibles razones de no querer ir a la escuela. Esto va a ayudar a los grandes a tener una idea de las cuestiones por las cuales se presenta la negativa. El curso de acción que se decida tomar debe estar consensuado entre ambos padres.
Para esto, conociendo cada uno a su hijo/a se puede efectuar una hipótesis: ¿Es por timidez? ¿Por dificultad para sostener rutinas? ¿Por miedo a equivocarse? ¿Por no querer reencontrarse con un compañero? ¿Por temer separarse de mamá y papá? Estas son algunas, pero hay muchas otras posibilidades.
Como los grandes, los chicos están aprendiendo dÃa a dÃa sobre la responsabilidad de llevar a cabo sus actividades y que todas las personas tenemos obligaciones diarias que debemos sostener.
Tips para tener en cuenta
A continuación les damos algunas estrategias que ayudan en el arte de hacer más simple la vuelta al cole:
* Si el tema es el jardÃn o los primeros años de primaria, se puede empezar con perÃodos más cortos de tiempo y luego ir sumando de a una hora por vez. O puede ser que primero tenga que cursar sólo por la mañana, luego quedarse también a almorzar y posteriormente, hacer el turno tarde. (A veces es imposible, pero en muchas ocasiones el mismo jardÃn lo ofrece como perÃodo de adaptación).
* Compartir experiencias propias suele ayudar y mucho. Se puede hablar de uno mismo, de algún conocido o inventar algún personaje. Por ejemplo, dramatizar las escenas suele ayudar y descontracturar. Además, preparan a los chicos para enfrentar la situación. Tu hijo entenderá que varias personas son esquivas a algunas situaciones sólo por no saber cómo enfrentarlas y que eso se aprende (como casi todo).
* Enseñá a tu hijo (de la mejor manera posible y con la mayor serenidad) a enfrentar situaciones que no le agradan. Si su problema es hablar en público (en un acto o en la misma clase ante sus compañeros), le podés enseñar a relajarse y respirar profundamente. AsÃ, podrá controlar su ocasional nerviosismo.
* Dale un buen ejemplo. En casa, recordarle que todos nos equivocamos y que siempre se puede mejorar. Tu hijo debe aprender a reconocer que si bien para vos es la persona más especial, no siempre lo es para los demás. Si se anima a participar de a poco, puede controlar sus miedos o ansiedades.
* Ajustá la rutina de la mañana. Esto ayuda en casos donde se tiene problemas de atención o involucramiento en las clases. La rutina deberÃa incluir tareas fijas, como desayunar en familia, lavarse los dientes y asearse, ponerse el uniforme, preparar la mochila y la vianda. De nuestra parte, la noche anterior tendremos que revisar el cuaderno de comunicaciones, chequear el trabajo del dÃa o buscar material que se requiera para la tarea.
* Por supuesto, todos los avances que tu hijo demuestre tienen que ser reconocidos por vos. No es necesario hacer una fiesta, pero algunas palabras de tu parte lo alentarán a lidiar con estas situaciones.
* Es importante estar muy comunicados y conectados con las autoridades del colegio para entender los avances que se evidencien.
* Estas situaciones se pueden resolver, por lo general, con nuestro involucramiento y seguimiento. Pero, a veces, buscar ayuda profesional no está de más, sobre todo si la familia entera se angustia y no sabe cómo colaborar.
Por la licenciada Silvia Naya, psicóloga especialista en psicoterapia familiar