Sábado 27 de Octubre de 2012 10:56
El bien y el mal de las nuevas tecnologías
Ante una sociedad virtual, hace falta imaginación para proteger a los chicos de contenidos nocivos, generados por el desarrollo de una tecnología de la información que tantas oportunidades ofrece. Consejos para tener en cuenta.
Hoy es muy fácil encontrar a chicos pasar largas horas delante de videoconsolas o de la televisión, que los expone a violencia. Aquellos que se “cuelgan” de los móviles o frente a Internet buscan algo más, en relación a las relaciones interpersonales.
Ante una sociedad virtual, hace falta imaginación para proteger a los chicos de contenidos nocivos, generados por el desarrollo de una tecnología de la información que tantas oportunidades ofrece. Los chicos carecen de defensas ante contenidos de violencia, pornografía, etc. que pudieran resultar nocivos para su desarrollo psíquico, ya que siempre podría explotarse su ingenuidad.
El tema de Internet y los menores plantea variadas preocupaciones. Pornografía y prostitución infantil, captación de menores (al conectarse a la red, el menor puede divulgar cierta información a extraños), acceso a páginas de contenido lesivo (terrorismo, ideologías nazis...), adopción vía Internet. Los chicos siempre necesitarán una buena educación audiovisual, con la colaboración estrecha entre las familias y la escuela, pero la realidad es que bastantes familias regalan a sus hijos un ordenador o una consola, sin que los adultos sepan manejarla. Es más, ni siquiera lo intentan, porque lo consideran artefactos ajenos a su cultura.
Los adolescentes pueden aprender a matar o a conseguir armas al entrar en alguna página web. Si bien es necesario contar con garantías institucionales e, incluso, la posibilidad de instalar un chip antiviolencia en todos los aparatos, hay que enseñar a los padres a proteger a sus hijos, sin ignorar los beneficios de Internet, entre otras cosas, como herramienta educativa.
Para que los niños hagan un uso adecuado de Internet, los padres deben formarse para orientar a sus hijos. ¿Cómo? Dar buen ejemplo en su uso; navegar con los hijos; si fueran pequeños, es conveniente poner filtros al ordenador; enseñarles a ser críticos en la red; advertirles de los riesgos de algunos chat; explicarle que no den datos personales; hacerles ver que encontrarse físicamente con quien se conocieron virtualmente tiene muchos riesgos; marcar un horario de uso y hacer hincapié en que entren a Internet cuando tengan un objetivo concreto.
Internet se convirtió en una herramienta imprescindible para los jóvenes de socialización y entretenimiento. De su buen uso depende que siga siendo esto. Tener un móvil se convirtió en parte del proceso de iniciación en el grupo de pertenencia, como paso a la edad juvenil. Normalmente lo suelen regalar los padres.
Otras circunstancias que hicieron proliferar este fenómeno es la existencia de mayor cantidad de hijos únicos, o que no tienen hermanos del mismo género que pasan, además, muchas horas solos por los horarios de sus padres, y buscan llenar ese vacío con esos otros hermanos “virtuales”, a ser posible, de manera económica utilizando los SMS de forma compulsiva.
El uso del móvil y los SMS suponen una independencia de los padres, para reforzar su identidad personal y colectiva con un espacio propio y privado y una comunicación en la que pueden dar rienda a sus propios valores, normas y comportamientos. Sin olvidar que el móvil es también objeto de emociones y a veces se utiliza para superar timideces, pues no existe la conversación cara a cara. Los padres quieren que sus hijos tengan móvil para poder controlarlos y los hijos quieren el móvil para tener libertad respecto a sus padres (que les recargan la tarjeta).
Fuente: Entremujeres.com