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Martes 11 de Diciembre de 2012 09:30

Los payamédicos llevaron sus intervenciones a la Rambla

Unos 30 integrantes salieron a la calle y realizaron una “minipráctica” con el objetivo de mostrar la tarea que realizarán en diferentes centros médicos de Mar del Plata y sumar voluntarios. “Crear otro mundo a partir de lo fantástico”, es uno de sus lemas.

Contribuir a la salud emocional de un paciente hospitalizado a través de arte humorístico, música, teatro y clown. Ese es el objetivo de la payamedicina, una disciplina que tiene su lugar en Mar del Plata y que este este domingo llevó a cabo una concentración en la Rambla como cierre de la formación práctica del curso de nuevos payamédicos.

Cerca de las cinco de la tarde y mientras unos 30 grados hacían que las playas del centro estuvieran muy concurridas, aparecieron en la zona de la Rambla más de 30 payamédicos que llamaron la atención de unos cuantos que se interiorizaron de su actividad y hasta les sacaron algunas fotos.

Su objetivo fue dar a conocer la tarea que realiza la ONG en la comunidad y sumar voluntarios para afianzar la presencia en Mar del Plata.

Payamédicos se fundó en Argentina en 2003 y tiene hoy en todo el país alrededor de 2 mil integrantes. “Se trata de una asociación civil sin fines de lucro que realiza intervenciones escénico-terapéuticas, a partir del arte, la teatralidad, el clown, que es el género teatral con el que trabajamos e intentamos favorecer la calidad de vida, crear con el paciente, conectarnos con la persona que está hospitalizada y crear otro mundo a partir de lo fantástico”, explicó a El Atlántico una de sus integrantes, Yanina López.

La esencia de los clowns es la utilización de la improvisación como principal instrumento.
La organización está presente también en Capital Federal, algunos puntos de Buenos Aires, Mendoza, Corrientes, Río Negro y en Chile, entre otros.

Durante los últimos días se realizó la parte práctica del curso de payamédicos, que constituye la tercera formación en la ciudad compuesta por unos 30 integrantes que se suman a los doce que ya están trabajando en distintas instituciones. “Siempre se forman alrededor de 20 payamédicos y después son algunos los que lo ejercen, que optan por esta actividad que es voluntaria y por amor al arte”, dijo Yanina que es quien lleva adelante el curso de formación.

Este domingo como cierre de esta etapa realizaron una “Payamarcha” en la Rambla, que según comentó Yanina, fue “una especie de minipráctica, salir a la calle y que los nuevos payamédicos se encuentren con la gente”.

Además, al ser una actividad voluntaria, “muchas veces hay algunos que no ejercen entonces hay que volver a formar”, expresó. Por eso estableció que “la formación es muy interesante como experiencia en cuanto al encuentro con el otro”.

La capacitación está dividida en una parte práctica y otra teórica. La primera “consiste en el entrenamiento del payaso, en el clown que es lo que hacemos”, detalló. Como teoría se utilizan cuestiones relativas con la filosofía y la psicología del clown, algunas cuestiones de salud relacionadas al hospital y a la práctica de medicina y se establecen los valores con los que trabaja la organización. “La parte de pasantía la realizan con los más antiguos, que tienen un poquito más de experiencia”, dijo.

Al ser consultada sobre la recepción que tienen los payamédicos en los hospitales y clínicas de la ciudad aseguró que es buena aunque existen algunas restricciones propias de las características institucionales. “En general la gente nos recibe bien pero con las resistencias normales de un sistema que está armado de una manera desde hace muchísimos años, donde se atiende lo que se debe y lo que no, la formalidad, el silencio hospital, acá no se puede jugar, acá no hay color y ese tipo de cosas”, manifestó y agregó: “Nosotros venimos a irrumpir con todo eso”.

En ese contexto destacó: “Lo importante es que nosotros no vamos a resistir a lo que está instalado sino a sumar algo, un trabajo que tiene que ver con lo creativo. En eso creemos y por eso es que estamos acá y apostamos a que hace bien, a que transforma parte de la realidad en la que nos movemos”. Asimismo aclaró: “No es que sacamos el problema o que cubrimos las faltas, simplemente aportamos otra cosa y eso creo que está bueno”.

Algunos de los lugares a los que concurren de manera voluntaria son el hospital Materno Infantil, el Hospital Interzonal General de Agudos y la Cínica Colón.

Desde la ONG los objetivos principales que presentan son: contribuir a la salud emocional del paciente hospitalizado; desdramatizar el medio hospitalario, demostrando al paciente, familiares y equipo médico que el humor, la risa y la fantasía pueden formar parte de su vida en el interior del hospital; mejorar la relación médico-paciente; ofrecer momentos de distracción, recuperando los aspectos sanos de esa persona que está hospitalizada y lograr una mayor participación de los familiares y del equipo médico.

Fuente: El Atlántico