Sábado 4 de Mayo de 2013 11:08
Una nueva pedagogÃa para un nuevo mundo
Es imposible pensar la educación del futuro sin un uso activo de la tecnologÃa, desde las polÃticas hasta las pedagogÃas.
Es imposible pensar la educación del futuro sin un uso activo de la tecnologÃa, desde las polÃticas hasta las pedagogÃas. La potencia educativa de las tecnologÃas de la información y la comunicación (TIC) es inmensa y creciente. Pero también es una amenaza para muchos aspectos que debe cultivar el sistema educativo.
Entre otras cosas habrá que formar a los docentes para que enseñen a los alumnos a hacerse preguntas y tener capacidad de buscar, seleccionar y discernir la veracidad de múltiples fuentes, mucho más que memorizar fechas y datos. Habrá que preparar a los alumnos a relacionar campos de conocimiento y a expresarse con diversas herramientas presenciales y virtuales, a trabajar en equipo y colaborativamente.
En sÃntesis, necesitamos una nueva pedagogÃa para un nuevo mundo. Pero no una que empiece de cero y lo invente todo. Es necesaria una pedagogÃa que retome las mejores tradiciones de la enseñanza y las inserte en la época más potente para aprender desde que existe la humanidad.
El gran desafÃo de este tiempo es enseñar masivamente a los alumnos a apasionarse por el conocimiento. La multiplicación de fuentes de saber permite mucha más autonomÃa de los alumnos. Pero la autonomÃa no surge sola. Necesitamos docentes motivadores, mucho más que antes. Docentes apasionados por el conocimiento, comprometidos con sus alumnos hasta el punto de encontrar en cada uno de ellos la chispa que encenderá su relación con el saber.
Tenemos que utilizar las pantallas, los portales y las netbooks para enseñar con nuevas herramientas. En particular hay que aprovechar mucho más la potencia pedagógica de las imágenes.
Fuente: La Nación