Martes 14 de Mayo de 2013 09:55
Comienza la campaña contra la bronquiolitis
Los hospitales bonaerenses reforzarán las guardias pediátricas con más personal y medicamentos. Cómo prevenir las infecciones respiratorias.
El clima todavía es benévolo pero los epidemiólogos advierten que en las próximas semanas, con el descenso abrupto de la temperatura, llegarán a los centros de salud miles de chicos con fiebre, mocos y dificultades respiratorias. Es que, como todos los años, comenzará la temporada de bronquiolitis, bronquitis y neumonías. Por eso, los hospitales comenzaron a equiparse para evitar casos graves.
De hecho, el programa contra las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB), del ministerio de Salud de la Provincia, ya distribuyó la primera parte de un total de 409 mil frascos de broncodilatadores, indispensables para el tratamiento de estas enfermedades en menores de 2 años.
También adquirió 200 mil tratamientos, entre antibióticos, antitérmicos y corticoides, que estarán disponibles para su entrega gratuita en todos los establecimientos sanitarios de la Provincia.
“El año pasado se produjo una reducción del 40 por ciento en las muertes de menores de un año por infecciones respiratorias, de modo que se logró el mayor descenso de la última década”, destacó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia. A su vez, dijo que se registraron 150 mil consultas menos por esta causa en comparación con el año anterior.
Según los especialistas, el descenso de lo que antes constituía una de las primeras causas de mortalidad infantil, obedece a una mayor conciencia por parte de los padres, que ahora consultan ni bien observan que a sus bebés les cuesta respirar. También, se debe a la mayor disponibilidad de medicamentos y vacunas antigripales. “Si bien la vacuna no previene específicamente la bronquiolitis, reduce su impacto en caso de que el chico la contraiga”, explicó el director provincial de Atención Primaria, Luis Crovetto.
Los pediatras insistieron en estar atentos: si una mamá observa que a su bebé le cuesta respirar, se le hunde la panza debajo de las costillas, no tiene hambre o se encuentra irritable, tenga o no mocos, deberá consultar al médico.
Dejarse estar puede significar, nada menos, que la diferencia entre la vida y la muerte, sobre todo en los chicos menores de un año, quienes tienen menos desarrollado el sistema respiratorio y la capacidad de reaccionar ante pausas respiratorias largas.
Durante este invierno, el ministerio de Salud reforzará además las guardias pediátricas con más de 1200 becarios, entre médicos y enfermeros, para dar una mejor respuesta cuando comiencen a crecer las consultas.
Muertes inesperadas
Los expertos en primera infancia del ministerio de Salud provincial advirtieron que en los últimos años se registraron muertes inesperadas de niños menores de 6 meses, con un pico entre los 2 y 4. Habitualmente suceden durante la noche y en invierno, cuando las infecciones respiratorias complican la respiración.
“En muchos de esos casos observábamos que los niños tenían bronquiolitis y dormían en la cama de sus padres, lo que provocaba la asfixia del bebé”, explicó Flavia Raineri, director del programa de Maternidad e Infancia de la cartera sanitaria.
Por eso, para la Campaña de Invierno de este año los médicos y promotores de salud insistirán en que los padres no compartan la cama con los niños, sobre todo los menores de dos años, y por otra parte, que los duerman boca arriba, la mejor forma de evitar cuadros fatales.
Los bebés, boca arriba
Los especialistas insisten en que dormir al bebé boca arriba es hasta 20 veces más seguro que boca abajo, y a diferencia de lo que muchos creen evita la aspiración de un posible vómito. La posición de costado, que hasta hace poco se recomendaba, tampoco es buena porque resulta inestable: el niño puede girar y quedar boca abajo.
Además de no dormir ni con padres ni con hermanos, la campaña del ministerio de Salud provincial aconseja no colocar peluches, almohadas, ni frazadas que puedan tapar accidentalmente la cabeza del niño, ni usar chichoneras, porque impide que los papás puedan ver al bebé mientras duerme.
A esto se suman los factores ambientales, como el exceso de calefacción y el sobreabrigo que disminuyen los “microdespertares” del bebé, es decir, reducen la capacidad de reacción del niño ante cualquier situación de estrés provocada por una menor llegada de oxígeno.
Si la mamá fumó durante el embarazo, el niño también tendrá menos defensas al nacer y mayor riesgo de sufrir una infección respiratoria grave. “Si encima continúa expuesto al humo del tabaco la predisposición a padecer broncoespasmos será mucho mayor”, dijo Estela Grad, del programa IRAB.
Por último, los especialistas aconsejaron ofrecer el chupete para dormir a partir del primer mes de vida, porque favorece un sueño más superficial y evita el pasaje boca abajo del bebé. La lactancia materna, también es la mejor elección para evitar problemas respiratorios porque asegura el pasaje de anticuerpos de la mamá al bebé e impide el sueño profundo.
Fuente: 0223.com.ar