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Lunes 30 de Diciembre de 2013 11:00

Se inauguró el Museo de Arte Contemporáneo

Quedó inaugurado el MAR con la muestra Ola Pop. El más grande del país y punto clave para el circuito cultural latinoamericano.

Es el museo de arte contemporáneo más grande la Argentina, se llama MAR, está en Mar del Platay se acaba de inaugurar. Se construyó con dinero de la provincia de Buenos Aires, 60 millones de pesos que estaban destinados exclusivamente a este mastodonte de hormigón de 7000 metros cuadrados, pensado para montar muestras que la ciudad nunca pudo recibir. La primera pregunta, la pregunta obvia, es sobre lo contemporáneo. La muestra inaugural, Ola Pop, recorre la producción pop argentina de la década de 1960. Adentro, grandes firmas como Alberto Greco, Jorge de la Vega,Rómulo Macció, Antonio Seguí, Edgardo Giménez, Delia Cancela y Antonio Berni, entre otros maestros. Afuera, un lobo marino gigante de alfajores realizado por Marta Minujín.

- ¿Qué opinás acerca de recuperar la estética pop para la inauguración de un museo de arte contemporáneo?

- Me parece que el pop siempre estuvo presente, lo que hay que hacer es renovarse y renovar las cosas. Lo que yo hago ahora es desmitificar y remitificar de los mitos populares, que es mucho más conceptual que lo que hacía en el 65, con los carteles de neón. Yo soy pop, siempre voy a ser pop, mi esencia es pop.

Minujín habla sin sacarle la vista a su lobo gigante, tiene diez metros de altura y está recubierto por ocho mil paquetes de alfajores inflados con aire. A principios de febrero los paquetes se repartirán para que sean canjeados por alfajores de verdad en locales de todo el país. Después, el lobo se cubrirá con tierra y pasto verde. Mantendrá su forma, pero cambiará, en parte, el concepto.

- Hay teóricos que dicen que el pop ni siquiera es arte, es diseño...

- Ay no, el pop es un espíritu, como el rock, yo soy como Mick Jagger en el arte, somos colegas cósmicos, con Keith Richards también. John Lennon no está, pero ellos están ahí.

- ¿Cómo surgió la idea de la obra para este museo?

- Hace tres años que quería hacerla. Y la quería hacer en Mar del Plata. Apareció la posibilidad y la hice.

- ¿Por qué el lobo marino?

- Es el mito popular por excelencia de esta ciudad. Igual que los alfajores.

- ¿Y por qué después vas a cambiar los alfajores por pasto?

- Porque me gusta.

En las salas había una pelota de gente, en el medio de la pelota avanzaban el gobernador Daniel Scioli, el director de Instituto cultural de la provincia, Jorge Telerman, funcionarios municipales, artistas pop y dos vedettes. Posaban para las fotos y cada tanto hacían algún comentario. “Es la mayor apuesta pública de infraestructura de nuestro gobierno”, deslizó Scioli. No se dijo mucho más. Tampoco era necesario.

Desde el punto de vista técnico, el MAR es imponente. Tiene tres salas de exposición, dos de 20 x 20 y una de 20 x 30. Las tres con 9 metros de altura, proyectores digitales de última generación, luces y sonido inteligente. Las aberturas se pueden regular para aprovechar la luz del sol, o cerrarse completamente, y las parrillas de iluminación se pueden regular para reducir la altura de las salas para una muestra de obra convencional. Primer punto a favor: el museo sirve para formar espectadores, sus dimensiones y sus capacidad tecnológica permiten desarrollar exposiciones inéditas en estas costas. Segundo punto a favor: Mar del Plata ingresa en el listado de ciudades que pueden recibir artistas contemporáneos que producen obra de semejante tamaño y complejidad, es decir, se posiciona dentro de un circuito internacional. Tercer punto a favor: está pensado desde una lógica netamente contemporánea, especialmente en la decisión de no tener una colección propia, es un espacio que se mantendrá en constante transformación. Cuatro punto a favor: su funcionalidad, la circulación es dinámica y las salas se conectan naturalmente, además de la independencia de los espacios para proyecciones cinematográficas, talleres y depósitos.

El primero en hablar ante la multitud que aguardaba el corte de cinta fue Jorge Telerman. “Este museo es de ustedes, visítenlo, aprópienselo, intervénganlo. Está pensado para ustedes”, dijo. Ahí aparecieron las primeras luces de la idea general. Después habló el artista Edgardo Giménez, fue bien claro: “El pop propone un arte lineal, con un mensaje directo”. La búsqueda de lo popular, lo popular siempre es contemporáneo. Y la lectura política, que es una lectura de época y, hoy, una definición de principios. Discusiones, puntos de vista.

El curador de la muestra es Rodrigo Alonso, un especialista en arte contemporáneo y nuevas tecnologías. Le piden una foto de un medio especializado, de pie, al lado de la escalera mecánica. Sonríe mientras guarda una mano en el bolsillo.

- ¿Por qué elegiste una muestra pop para inaugurar este museo?

- Sinceramente, la elección de la muestra no es mía. Cuando Jorge Tellerman me llamó del Instituto Cultural ya tenía la idea de hacer una muestra sobre el pop. Sí es mío todo lo que hay, yo lo organicé de esta manera pensado en dos cosas. Por un lado que sea atractiva para el público, es un público veraniego y que probablemente va a venir al museo por curiosidad. Y al mismo tiempo que sea sólida desde el punto de vista teórico, que hable de un momento histórico, que tenga su contextualización y que le hagan honor a los artistas de esa época. El objetivo es doble.

- ¿Cómo trabajaste los espacios?

- Es la primera exposición, buscamos algo impactante. El público viene a conocer la muestra y el museo. Son dimensiones generosas que te permiten hacer intervenciones de este estilo. Trabajamos juntos con un montajista chaqueño. Hubo que pensar, diseñar y delirar un poco.

- Hay obra de museos y de colecciones privadas ¿Cuánto tiempo estuviste para seleccionarla y conseguirla?

- La muestra se hizo en poco tiempo, no sé exactamente, pero es un tema que conozco. La idea era armar una muestra que no se haya visto en ningún otro lugar. Paralelamente estamos trabajando en un catálogo con mucha documentación, imágenes y texto para producir también material de consulta.

- ¿Por qué armaste el guión de la muestra en salas?

- Las salas, un poco, te las exige el museo. Igual, la exposición no está separada, es una sola y tiene distintos recorridos que te van llevando a ver de determinada manera, primero está el contexto histórico, los artistas más conocidos del Di Tella, y después van apareciendo artistas olvidados, desconocidos o que fueron importantes en otras líneas de trabajo.

- Por ejemplo Alberto Greco. ¿Por qué los incluiste?

- En el caso de Greco porque fue un artista muy importante para los artistas del Di Tella. Fue influyente de su propuesta participativa, performática. Podríamos decir que fue el antecedente del happening, que fue un punto fuerte de aquellos años. Con su presencia se va narrando una historia.

- ¿Qué te parece el museo?

- Este museo es extraordinario. Pero también da un poco de miedo.

- ¿Miedo?

- Es un museo difícil, exige exposiciones de mucho riesgo. Es muy difícil traer exposiciones de artistas concretos, por ejemplo, las obras tienen 20 por 30 centímetros. Acá es imposible. Tenés que pensar en un tipo de exposición con obra que se ajuste a la arquitectura.

- A veces se piensa en el arte contemporáneo como un arte que se aleja del público, como si hubiese que entender demasiado. ¿Vos cómo lo ves?

- Lo que sucede internacionalmente es que el arte contemporáneo está cada vez más cerca del público en general. Hay instituciones como el Museo Nacional Británico de Arte Moderno de Londres o el Centro Pompidou de París que son multitudinarias, que están pensadas para el turista y para aquellos que no saben de arte. El problema no es si se muestra obra difícil, el problema es cómo se comunica, cómo el espectador se acerca a este tipo de producciones. Si uno tienen en cuenta ciertos dispositivo didácticos para que el público no se sienta solo e incomprendido se pueden hacer muestras de cualquier cosa.

El enfoque de Alonso es aplicable a la muestra de Yayoi Kusama que tuvo lugar a mitad de año en el Malba. Nadie en el mundo iba a pensar que una muestra de Kusama podía ser multitudinaria, es una artista con un perfil para un público entendido. Pero se hizo con inteligencia. Y el público respondió. Hay distintos criterios para realizar una exposición contemporánea. Hay muestras donde se pretende que el espectador entre en contacto directamente con la obra. Y otro criterio donde se suman videos y explicaciones para dar cuerpo informativo y contexto. Ola pop es el segundo caso. “A mí es el criterio que más me interesa, especialmente para un museo. El museo tiene, ante todo, un objetivo didáctico. Una galería de arte puede no ser didáctica, una colección contemporánea privada puede no ser didáctica. Pero un museo que es público, que además va a tener entrada gratuita, tiene que contener al espectador”, explica el curador.

Se calcula que el MAR va a contar con un presupuesto de 30 millones de pesos anuales, todavía no está definida la cifra. Una buena parte se dispondrá para el mantenimiento, otra para producir y otra para traer muestras de artistas nacionales e internacionales. Por lo pronto, durante la temporada hay previstas más de 40 actividades, 30 shows musicales y más de 100 películas. Se presentarán, entre otros, Kevin Johansen + Liniers, Peteco Carabajal, Escalandrum y Elena Roger.

Se abrieron las puertas de un nuevo espacio cultural en Mar del Plata, uno que faltaba y que por su simple presencia empujará cambios en todo sentido. Principalmente, abrirá horizontes para la producción de arte: permitirá ver, reinterpretar en función de lo que ahora sí se puede hacer, rearmar la teoría y establecer contacto cotidiano con nuevos puntos de vista.

Cuándo ir:

La muestra Ola Pop podrá visitarse hasta fines de febrero, con entrada libre y gratuita. El horario de visita es de 17 a 23.

Fuente: 0223.com.ar