1. Busca aprender cosas nuevas

Puedes ser muy bueno en matemáticas, pero si no exploras otras áreas, te quedarás sólo en eso. Prueba leer sobre historia, interesarte en astronomía o visitar sitios arqueológicos. Estar abiertos a probar nuevas experiencias, ayuda a que el cerebro pueda crear nuevas conexiones al estar siempre en busca de novedades. Estas nuevas conexiones neuronales también irán armando nuevas redes a medida que vayas aprendiendo cosas diferentes. Mientras más áreas de interés tengamos, mayor será la capacidad de nuestro cerebro para retener conocimientos y habilidades.

2. Desafíate a ti mismo

Es muy fácil quedarse tranquilos con lo que sabemos y no buscar formas de avanzar intelectualmente. Sal de tu zona de comodidad y encuentra desafíos. El probar cosas nuevas y, una vez que las dominas, ir por otras más difíciles y desafiantes, ayuda a que el cerebro se mantenga activo. Apenas domines una actividad, como por ejemplo armar puzzles de mil piezas, pasa inmediatamente a los de dos mil, cinco mil o puzzles más complicados en tercera dimensión. Un cerebro que está activo y desafiado a la vez, crecerá en eficiencia y tendrá más energía cognitiva. No te dejes estar y mantente siempre en busca de metas más complicadas.

3. Piensa de forma creativa

Hay diferentes formas de llegar a una solución, y si para ello utilizamos distintas formas de pensar y habilidades, estaremos haciendo trabajar a todo nuestro cerebro. Eso lo conseguimos pensando de forma creativa. Sal fuera de tu área de comodidad y busca utilizar otras habilidades para resolver desafíos y problemas. El ser creativos no sólo nos abre un mundo de posibilidades, sino que también te ayuda a aprender de forma diferente. Busca flexibilidad en tus conocimientos y transforma lo que aprendes en habilidades, siendo capaz de enfrentar desafíos y problemas de mejor manera, ya que en vez de usar datos, vas a combinar diferentes formas de pensar lo que se traduce en una mayor flexibilidad cognitiva.

4. Busca el camino difícil

Si tienes que ir a un lugar, lo más probable es que busques las instrucciones paso a paso en Internet, en vez de leer un mapa e utilizar tu ingenio para encontrar la manera correcta para llegar. El buscar siempre la solución más sencilla, atrofia la capacidad de nuestro cerebro de hacer cosas como utilizar el sentido de dirección combinándolo con lógica y cálculos. Si sueles utilizar una calculadora para operaciones que antes hacías de forma mental, déjala de lado y pon a trabajar tu mente, puede ser que te demores más en un principio o que no obtengas siempre el resultado correcto, pero con el tiempo vas a lograrlo.

Necesitas ejercitar el cerebro y mantener en forma sus diferentes habilidades, ya sea pensamiento lógico, resolución de problemas, habilidades cognitivas y relación con el espacio, entre otras. No usar la tecnología o la forma más sencilla de resolver un problema puede ser molesto, pero tomar el camino difícil será satisfactorio para tu cerebro a corto y largo plazo.

5. Conéctate con diferentes tipos de personas

Seguramente, tienes un círculo de amigos que comparte vivencias y gustos, lo que está muy bien, pero a medida que te relacionas con personas diferentes, no sólo aprendes cosas nuevas, sino que amplías tus horizontes y desafíos. Exponte a nuevas personas, ambientes y experiencias. Es una forma de ayudarte a vivir situaciones diferentes, aprendiendo de los otros nuevas formas de enfrentar los problemas.

El buscar nuevas redes de amigos y experiencias, también tiene un beneficio desde el punto de vista social y emocional. Puede ser difícil salir del pequeño mundo que nos hemos creado, pero vale la pena.

Es fácil implementar estas formas de aumentar tu inteligencia, sólo faltan ganas y entusiasmo, rápidamente irás notando los cambios y mejorarás tu vida.

Fuente: curiosidades.batanga.com